El anuncio de Leo Messi de continuar en el Barcelona ha levantado ciertas suspicacias sobre la posibilidad de que Luis Suárez también se quedara en el Camp Nou al ser el amigo íntimo del argentino. Nada más lejos de la realidad, son dos situaciones totalmente diferentes y cada jugador sigue su propio camino. Mientras Messi seguirá un año más, el uruguayo sigue preparando su salida del Barcelona.
Su destino será la Juventus con casi total seguridad. El jugador tiene un acuerdo cerrado con el club turinés para jugar allí las dos próximas temporadas con otra opcional y por las que cobraría una cantidad de 10 millones de euros netos, una cifra inferior a lo que percibía en el Barcelona. Si la Juventus ha podido llegar a esta cifra es porque la fiscalidad italiana es diferente a la española y les beneficia.
El problema está ahora en la resolución del contrato con el Barcelona. Suárez tiene un año más de contrato y otro más opcional. Si juega más del 60% de los partidos en los que está disponible renovaría de manera automática. El futbolista entiende que podría tener derecho a percibir el sueldo de los dos años que le quedan, pero está dispuesto a renunciar al segundo.
El Barcelona no lo está poniendo fácil y defiende sus intereses. Por una parte no tiene claro el pagar parte del contrato que le queda pendiente a Suárez y, por otra, intenta conseguir algo de traspaso por parte del club italiano. Una cantidad no muy elevada, pero si algo de dinero.
Las conversaciones con otros equipos que también estaban interesados como el PSG, Atlético de Madrid y Leicester, están en este momento paradas a falta de que se resuelva la negociación con la Juve.