(Por Marca)
El tenis vivirá los dos torneos más extraños de su historia con la realización del Masters 1000 de Cincinnati y el US Open, los cuales se llevarán a cabo en una burbuja en Nueva York, en la que ya se encuentran los tenistas aislados para evitar contagios.
En casas u hoteles, los jugadores que se encuentran aislados sólo pueden trasladarse desde su lugar de residencia dentro de la burbuja a los entrenamientos y viceversa. Una de las tenistas que prefirió una casa sobre un cuarto de hotel fue Serena Williams.
«No quería estar en el hotel porque tengo problemas pulmonares y es un gran riesgo para mí. En mi casa, puedo controlar más. No hay personal de mantenimiento, nadie. Tengo problemas de salud reales y solo necesito descansar para ser competitiva», señaló en conferencia de prensa previo al torneo de Cincinnati.
La menor de las Williams consideró que el trabajo que se está haciendo en la burbuja, siguiendo a letra firme las medidas necesarias para evitar contagios, es una gran noticia: «Creo que está siendo algo bueno, nos protegemos en la burbuja. Somos muchos, 128 jugadores y 128 jugadoras. Los organizadores están haciendo un buen trabajo. Personalmente, aplico todo incluso con protocolos extra por mi salud. Tomo muchas precauciones, probablemente más que la mayoría de la gente», dijo la 23 veces ganadora de torneos Grand Slam.
Serena restó importancia a los comentarios que señalan que el ganador de estos torneos deberán llevar un asterisco, ya que se encuentran viviendo una situación histórica a nivel mundial: «Sigue siendo tenis, asterisco o no. Todo este año merece un asterisco. Estamos viviendo un capítulo importante de la historia. Siempre habrá un asterisco porque nunca se ha hecho antes. Si ganas, dirás que pude ganar en estas locas circunstancias en las que no había fans. Quizás sea una prueba más mental que cualquier otra», finalizó.